En la celebración de San Valentín, donde los enamorados expresan sus sentimientos con flores y cartas, algunos recurren a métodos poco convencionales para conquistar el corazón de sus seres amados, como la brujería y los amarres.
En ciertas regiones del país, el colibrí, considerado un símbolo de buen augurio, es capturado y utilizado en rituales amorosos. Esta práctica ha ganado popularidad en los últimos años, donde la pequeña ave muerta y seca se lleva en el bolsillo como un amuleto para asegurar la fidelidad y el amor eterno.
Sin embargo, este uso ha puesto en peligro de extinción a 39 de las 57 especies de colibríes que habitan en México, según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En México, se estima que habitan al menos 57 especies de colibríes, aunque se sugiere que este número podría ser mayor, llegando hasta 67, debido a la falta de estudios exhaustivos sobre el tema. Estas aves, desde la época prehispánica, han estado rodeadas de misticismo, siendo reconocidas por su plumaje iridiscente y su rápido aleteo, que se consideraban símbolos de buena suerte y augurios positivos.